Kira no sabe

Kira respira, calla, observa, niega, sueña, duda, teme, anhela, odia, ama, ríe, llora. Kira a veces siente dolor, y a veces felicidad. A veces no se encuentra. Kira no entiende ni muchas cosas ni de muchas cosas. Kira es racional pero quiere creer. A Kira le gusta decir No, aunque diga que no. Kira puede estar todo el día hablando y a la vez sumida en el más completo silencio. No sabe escribir pero escribe.

23.8.11

Caos

El otro día en la facultad, hablabamos unos compañeros sobre los cambios que acontecen últimamente nuestro mundo: la Guerra de Libia, el desastre de Fukushima, la lucha contra el terrorismo, la crisis económica… Y comentábamos que estamos viviendo una época de cambios muy importante que traerá consecuencias que nosotros, probablemente, ni lleguemos a vivir. Uno de mis compañeros dijo que le hubiese encantado estudiar el periodo actual porque es una época de cambios: “Lo estático es aburrido. A mí me gusta el caos, que todo cambie constantemente”. Aunque en ese momento diferí sus palabras me dieron que pensar.


Si nos paramos a sopesar en la palabra <caos>, nos damos cuenta de todos los sinónimos que se nos vienen a la cabeza (incoherencia, desbarajuste, etc.). Incluso buscando en el apartado de sinónimos del Microsoft Word todas las palabras que vienen son: desconcierto, desorganización, barullo… Es decir, en líneas generales podemos decir que es una <<palabra negativa>> pero… ¿Por qué?


Del latín chaos, y este del gr. χάος, etimológicamente: abertura. La RAE define la palabra caos como un estado amorfo e indefinido, anterior a la ordenación del cosmos. Como confusión y desorden. Si añadimos otras definiciones como Wikipedia diremos que “el caos es la complejidad de la supuesta causalidad en la relación entre eventos”. Y aquí es donde quiero yo llegar…


El hombre, como toda especie animal, tiene un sentimiento natural que le empuja a buscar en cierto modo el orden. No hay nada que se haya deseado más que poder controlar el espacio-tiempo. Sin embargo, lamentablemente, hay una serie de variables cuyos valores no conocemos que nos vedan la oportunidad de conocer con exactitud los acontecimientos futuros. A ver, esto ha sonado a chino, lo explico… Imaginaos que queremos llegar a la playa (futuro) y sabemos que hay diferentes formas de llegar, calles que nos conducen a ella (las variables), pero no sabemos coger esas calles, ni siquiera sabemos si esas calles nos llevarán a otras calles y así sucesivamente sumergiéndonos en un caótico laberinto (desconocimientos de los valores, desconocimiento del terreno). ¿Ahora? ¿No? A ver, de nuevo...


En la mesa hay un puñado de galletas (futuro), sé qué método utilizar para hacerme con ellas –solo tengo que estirar la mano- (variables), pero no sé qué puede pasar en el momento en que estire la mano, es algo que desconozco, puedo perder el equilibrio y caerme, puede que para cuando vaya a coger las galletas alguien se me haya adelantado, etc. (desconocimiento de los valores absolutos). Tengo que reconocer que esta parte es un poco <paranoia>, pero espero que el ejemplo de las galletas os lo aclarara un poco más.Como consecuencia de no poder controlar ese valor absoluto (puede pasar cualquiera cosa que no nos permita coger las galletas), obtenemos como resultado un sistema caótico en el que cualquier evento insignificante del universo tiene el poder potencial de desencadenar una ola de eventos que alteren el sistema.


Nuestra vida transcurre de manera habitual, de forma más o menos predecible, hasta que un día sin esperarlo algo cambia. Quizá sea un cambio tan pequeño, que a simple vista no nos demos cuenta de ello, pero pueden cambiar nuestra vida por completo.


¿Cuántas veces hemos estado organizando una quedada con los amigos, teniendo en cuenta hasta el último detalle, y luego todo ha resultado un fracaso? Y ahora, veámoslo desde el otro lado, ¿cuántas veces nos hemos dado cuenta que las mejores cenas, los mejores viajes, las mejores fiestas, son aquellas que precisamente no estaban organizadas? ¿Acaso cuando conociste a tu mejor amigo/a, novio/a estabas esperando conocerles? Las personas más importantes de tu vida son aquellas que conocemos por pura coincidencia: haber salido cinco minutos antes de trabajar, utilizar ese autobús, ir a esa clase, salir un sábado por el centro, el mismo supermercado, etc. En ese preciso instante no te das cuenta de lo importante que se puede llegar a hacer esa persona… y fue así, por casualidad.


Pero no es oro todo lo que reluce… y en este sistema caótico, la más mínima variación en una de las variantes puede provocar que el valor absoluto, el resultado, sea completamente diferente al que esperábamos.Muchas veces te ves sumergido en ondas ajenas, y te das cuenta de que es un espiral sin salida del que no tienes control.Y este pequeño cambio, mediante un proceso de amplificación, termina siendo un gran cambio. Como cuando tiramos una piedrecita al agua y se forma una pequeña onda, que a su vez forma otra más grande y luego otra más grande, y otra, y otra… Hay ciertas cosas que no podemos prever, por lo tanto controlar.


En este ámbito, la teoría del caos, <caos> no significa desorden, tampoco significa una consecuencia poco razonable, sino algo desmesurado con lo que no contábamos. Un continuo cambio, un no parar, sin término medio.


Me gusta el caos. Creo que aquello que no controlamos es, indudablemente, lo mejor que nos puede pasar.


Kira

No hay comentarios:

Publicar un comentario